lunes, 12 de julio de 2010

lo que el viento no se llevó.

Hoy el gris se ha comido mi vida. Ha devorado mi alma, y cada palabra que me quedé sin decir. Ha desaparecido todo. Y mis ganas con ese todo.
Quiero gritar, llorar, explotar, y volver a llorar. Y esta absurda ausencia de ganas, de todo lo que soy, de sonrisas y de buen humor se iran, cuando menos lo espere, volando por la ventana. Pero mientras tanto me quedo aquí, de mal humor, sin ganas de nada, sólo de, gritar, llorar, explotar y volver a llorar.
Y así te quedas, pequeña, con todo lo que el viento no se llevó.

sábado, 10 de julio de 2010

dejarse llevar suena demasiado bien.

A base de la desilusión de volver a comenzar a repararme, me he quebrado en un millón de pedazos. Que, por miedo, nadie se atreve a reconstruir, ni yo.